A días de que se cumplan seis años de haberte ido me sigues faltando como el primer día, no soy quien para asegurar que te extraño mas que tu marido, tus hijos, tus nietos, tu hermana o mi abuela, lo que si puedo asegurarte es que no recuerdo ocasión alguna en la que al pensar en ti no se me salgan las lágrimas sin importar si voy a mitad de calle, en el metro o estoy en la oficina; no es una o dos, son tantas como aquel jueves.
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